CRÍTICA TOY STORY 2 EN LABUTACA.NET

miércoles, 8 de diciembre de 2010

CRÍTICA por Darth Sidious

Puntuación: 8
Banda Sonora Original: * * * * *

Parecía imposible y, sin embargo, Pixar lo ha vuelto a conseguir; "Toy Story 2. Los Juguetes Vuelven a la Carga" supone una nueva utilización del esquema que estos chicos emplean a la hora de hacer películas: técnica deslumbrante y trama sencilla pero que engancha. En definitiva, son los mismos elementos que muchos cineastas han empleado a lo largo de estas décadas para que nos lo pasáramos bien delante de la pantalla (y de ahí los numerosísimos homenajes a Lucas, con una genial escena que nos recuerda a El Imperio Contraataca, y a Spielberg). Y dichos elementos, pese a quien pese, siguen funcionando, y gustan a niños y a mayores.

Si hay algo que sorprende de esta secuela es lo bien que se lo han montado los guionistas. No ya por la excusa del "rapto" de uno de los personajes principales, sino porque han querido ofrecer al espectador un producto frenético, divertido e incluso aderezado con situaciones de comedia de equívocos, mi favorita. Y a todo ello le han añadido el clásico toque Disney, esos momentos emotivos que aquí, por cierto, están muy bien representados (como esa "tortura psicológica" que representa para los muñecos el quedarse sin dueños). Pero es que, por si fuera poco, hay sorpresas argumentales (algo que no te esperas en este tipo de producciones tan lineales) y nuevos personajes, todos ellos muy carismáticos y acertados. Pero lo mejor, al menos para mí, son esas secuencias de acción que abarcan todo tipo de géneros (la inicial, situada en el espacio; persecuciones automovilísticas; carreras a caballo como si en un «western» nos encontráramos;...), sólo se puede decir que son fabulosas y espléndidas, aparte de superar a las ya vistas en Toy Story. A ello contribuye el progreso que en el mundo de la infografía se ha producido en los últimos años. Es cierto que el encanto de ver por primera vez una película hecha enteramente por ordenador ya no existe, pero se ha profundizado en otros aspectos, como a la hora de recrear personajes de carne y hueso (el coleccionista de juguetes parece en ocasiones un auténtico ser humano) o de ampliar el campo de acción en el que se mueven los muñecos.

Y, finalmente, cabe hablar de la labor de Randy Newman; el compositor, como es habitual en él, no defrauda, pero tampoco ofrece nada nuevo. Sus obras son partituras que se adaptan a la perfección a las imágenes que vemos, pero el problema que tienen es que nunca son melodías pegadizas que, por contra, sí escuchamos en otras bandas sonoras de Disney. Tal vez una conjunción de ambos elementos (a lo Hans Zimmer/Elton John o Mark Mancina/Phil Collins en El Rey León y Tarzan) sería una aportación interesante para estas producciones de Pixar, pero, desde luego, sólo cabe felicitar a Newman, pues el género de la animación es uno de los más difíciles a la hora de componer, al suceder todo muy deprisa y en secuencias tan fugaces que apenas queda tiempo para que la música se asiente.


CRÍTICA por Mateo Sancho Cardiel

En 1995, "Toy Story" no sólo se convirtió en un hito en la historia de la cinematografía por el hecho de estar íntegramente realizada por ordenador, sino que además supuso, con más de trescientos sesenta millones de dólares en todo el mundo, la película más taquillera del año y la tabla de salvación de una Disney que había pinchado con "Pocahontas". Además, hizo las delicias de los críticos más exigentes e incluso la Academia de Hollywood se rindió a sus pies nominándola al Oscar al mejor guión original. Cuatro años después, y tras repetir la fórmula con gran éxito en Bichos, Pixar, la empresa de John Lasseter, principal artífice de estos filmes, y la Disney han decidido lanzar a las pantallas una secuela que mejora los defectos de su antecesora y sofistica su sentido del humor y sus escenas de acción, no sin añadir ciertos toques de cinefilia.

En principio, y siguiendo los pasos de otros grandes éxitos como "La Bella y la Bestia" o "El rey león", esta segunda parte estaba pensada para salir directamente en el mercado del vídeo, pero al ver la brillantez de los primeros bocetos, vislumbraron la posibilidad de volver a repetir la jugada de las anteriores aventuras de Woddy y Buzz Lightyear. Así que reiniciaron el proyecto ya en formato de cine y no escatimaron en medios (Tom Hanks cobró la desorbitada cifra de un millón de dólares por prestar su voz al vaquero protagonista). El resultado, si bien bajo mi punto de vista ha sido sobrevalorado (el Globo de Oro a la mejor comedia del año más lo merecía cualquiera de las otras candidatas: Una terapia peligrosa, Cómo ser John Malkovich, Man on the Moon o incluso "Notting Hill"), no deja de ser en ningún momento entretenido. Pero lo que sí me ha parecido completamente exagerado por la crítica en general ha sido la tan renombrada carga de profundidad de la película. La historia de la "crisis existencial" de un juguete al darse cuenta de que su dueño algún día lo olvidará, no deja de ser un punto secundario en la trama dibujado con trazo gordo y absolutamente simplificado. ¿Es que a nadie se le ha ocurrido comparar su profundidad con la de "La Sirenita" o "El rey león"? Creo que "Toy Story 2" sale bastante mal parada. Y es que, además, tampoco se le pide eso a este tipo de películas, pero si se empeñan en resaltar esa faceta para atraer a un público más adulto, estos se encuentran con la decepción más absoluta. Siendo que muchas veces también los mayores disfrutan convirtiéndose en niños por una hora y media, siguiendo con agrado un argumento cargado de escenas trepidantes y con unos personajes secundarios que ya empiezan a hacerse entrañables, como los Señores Patata o Rex el tiranosaurio.

Por último, lo que sí me parece hortera y tremendamente repetitivo son las tomas falsas que, desde que en "Bichos" entusiasmaron, no han parado de explotar. Fueron añadidas unas cuantas más en la edición en vídeo, y ahora, en "Toy Story 2", vuelven a aparecer tras los títulos de crédito, lo que suena ya a abuso. Pero en conjunto, la película es ideal para acompañar a los niños en este verano, pues la disfrutarán en cada momento, y para los adultos, si no es altamente recomendable, sí que tiene guiños que cuentan con su complicidad y que a los más pequeños se les escaparán.


CRÍTICA por CinEncanto

Los estudios Pixar se perfilan como la mayor fuerza de la animación estadounidense. Su alianza con Disney les da el gran beneficio de la distribución mundial y del megalítico aparato mercadotécnico que nunca soñó el buen Walt, pero a cambio los obliga a domar la subversión de la que rebosan sus películas, al menos por debajo de la superficie. Éste es un estudio donde las ideas y la historia van por encima de la capacidad técnica, sin que esta última sufra.

Toy Story es una gran película familiar; el guión funciona perfectamente en muchos niveles, y mientras unos gustarán de la acción, otros disfrutarán del sarcasmo y humor, perfectamente balanceados y nunca intrusivos. El mensaje que se da funciona para todas las edades, y aunque no me gustan mucho las películas que moralizan, el carisma de los actores digitales y los "gags" visuales son tan buenos que no me importa que me eduquen porque me estoy divirtiendo tanto.

Técnicamente la película es impresionante. Su propósito nunca es llegar al fotorrealismo, sino llevar las caricaturas a la tercera dimensión, lo cual logra impecablemente. El trabajo de animación es excelente. Más que excelente. Las "actuaciones" virtuales son magníficas. Las emociones se sienten reales. El peor de los actores digitales de esta película actúa 100 veces mejor que Schwarzenegger en su mejor día.

La historia es muy sencilla; una vez más un juguete debe rescatar a otro de las manos del villano. En esta ocasión el villano es un vendedor de juguetes de colección. Como coleccionista de juguetes, noto perfectamente la crítica directa a la tendencia actual de convertir a los juguetes en piezas de museo, donde la caja en la que viene vale más que el mismo juguete. El mensaje "Los juguetes son para jugar, no para tenerlos en la repisa" se ha dicho miles de veces, pero nunca con tan buen humor y emoción.

Ampliamente recomendada para todos. Como nota adicional, para realmente apreciar el humor, por favor vea la película en su idioma original. No tengo nada en contra de los locutores que hacen doblaje, pero ciertamente prefiero oír la ACTUACIÓN de Tom Hanks, que la LECTURA que algún locutor hace del guión. Nada personal.

Calificación: 8

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